Esta película muda de Robert Wiene, es una película bastante curiosa. Por un lado, todos los decorados están hechos a mano y de forma completamente irreal. La historia, que en un principio parece una historia simplona y antigua, cobra de repente, un gran interés y podría ser perfectamente el argumento de una película del siglo veintiuno. Miedo, lo que es miedo, no da. Aunque la verdad, es que nunca he encontrado una película que me de miedo realmente. A pesar de la ausencia de sonido y color, y de los extraños decorados, maquillajes y vestuario, es una película que recomendaría. Me ha gustado más de lo que pensaba que me iba a gustar en un principio. También hay que tener en cuenta, que es una película de otro tiempos, en los que no poseían los mismos recursos que hoy en día. Los actores, con sus muecas exageradas, a veces, no hacen sino reír. Pero me pareció un poco inquientante en algunas escenas. El final, simplemente inesperado y brillante. En conjunto me ha gustado y creo que me ha abierto la mente hacia la posibilidad de ver otras películas por el estilo. Buena película.
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